Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia mientras navega. Las cookies que se clasifican según sea necesario se almacenan en su navegador, ya que son esenciales para el funcionamiento de las características básicas del sitio web. También utilizamos cookies de terceros que nos ayudan a analizar y comprender cómo utiliza este sitio web. Estas cookies se almacenarán en su navegador solo con su consentimiento. También tiene la opción de optar por no recibir estas cookies. Pero la exclusión voluntaria de algunas de estas cookies puede afectar su experiencia de navegación.
Imprescindibles
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
No imprescindibles
Estas cookies pueden no ser particularmente necesarias para que el sitio web funcione y se utilizan específicamente para recopilar datos estadísticos sobre el uso del sitio web y para recopilar datos del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados. Activándolas nos autoriza a su uso mientras navega por nuestra página web.
Este es el diario de un joven estudiante de medicina. El eje del diario es su novia. Desde su casa, el futuro médico ve la casa de ella. La terraza, las ventan
info
Este es el diario de un joven estudiante de medicina. El eje del diario es su novia. Desde su casa, el futuro médico ve la casa de ella. La terraza, las ventanas por las que asoma y es saludada o ignorada según el punto en que la turbulenta relación se encuentre. Siempre vigilada. Analizada minuciosamente, en cada uno de sus gestos, en sus salidas de casa, sola o con amigas, en cada vestido que se pone, y que provoca ira, celos o complacencia en el protagonista. El diario, al tiempo que recrea el entorno de su autor -la relación velada de su madre con una amiga, sus compañeros, un amigo con ínfulas de escritor y otro atrapado por la droga- va dando paso a la mente de un manipulador, al germen de un maltratador que, basándose en un proceso de falsa lógica, se atribuye derechos que según su opinión se deben a valores universales y que en realidad solo responden a su propio y obsesivo criterio. Antonio Soler nos muestra una vez más su maestría como narrador al desentrañar el funcionamiento de la mente de quien se cree el único propietario de los seres con los que comparte su vida sin que él les deba nada.